Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones (IUMA, UNIZAR)
Beatriz Rubio
Crecí en un pueblo de Teruel, donde un maestro despertó mi amor por las matemáticas. Desde entonces, estoy convencida de que esta ciencia es clave para entender y mejorar el mundo. Hoy, como docente e investigadora, tengo el privilegio de dedicarme a esta disciplina.
Me gustaría compartir con las nuevas generaciones tres mantras que trato de recordar a diario: (1) vivir en armonía con la imperfección y respetarla, (2) pedir ayuda no refleja debilidad, sino inteligencia y gestión efectiva, y (3) siempre podemos elegir cómo enfrentar las circunstancias, por difíciles que parezcan.
Cuidar de vuestro bienestar interior y confiar en vuestra intuición y vuestro potencial os permitirá afrontar cualquier reto con afán, valentía y creatividad. Los desafíos del siglo XXI necesitan mentes con ilusión y pasión por las matemáticas. ¿Te unes?
Qué despertó mi vocación
Soy Beatriz Rubio, doctora en Matemáticas. Compagino mi labor docente en el Departamento de Matemática Aplicada, donde imparto clases en diversas titulaciones de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, con mi trabajo de investigación en el Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones. Crecí en un pueblo de Teruel, corriendo por los caminos que unían los pueblos vecinos y jugando al baloncesto. Uno de mis pasatiempos favoritos era Simon, un juego electrónico que ponía a prueba la memoria con secuencias de colores y sonidos que se volvían cada vez más largas y desafiantes. En mi última etapa del colegio, un maestro supo transmitirme su entusiasmo por las matemáticas y, desde ese momento, comencé a creer firmemente que esta ciencia era esencial para entender y mejorar el mundo —porque vivimos rodeados de matemáticas, aunque a veces no seamos conscientes de ello—. Esta convicción me llevó a estudiar Matemáticas. No fue un camino fácil pero, sin duda alguna, volvería a elegir esta carrera por todo lo que aprendí, los valores que adquirí y por las valiosas amistades que tengo desde entonces. Más allá de la capacidad de abstracción y el rigor que aporta esta disciplina, comprendí que la creatividad y la flexibilidad mental son esenciales para resolver problemas complejos. Estas capacidades permiten aplicar los conocimientos que se adquieren en ámbitos tan diversos como la ingeniería, la medicina, la economía, la inteligencia artificial y, naturalmente, la investigación científica.
Investigo en…
Mi carrera investigadora no comenzó de la manera más habitual; de hecho, no era algo que hubiese considerado inicialmente. Sin embargo, tras trabajar en diferentes empresas, la vida me llevó a descubrir una de mis dos vocaciones: la docencia universitaria. Desde mi primer acercamiento a esta labor, me cautivó la posibilidad de despertar la curiosidad de mis estudiantes por las matemáticas, compartir mi pasión por esta disciplina y mostrar su impacto en las diversas profesiones que iban a ejercer. Hasta el día de hoy, sigue siendo una experiencia que disfruto enormemente. Para poder ejercer la docencia universitaria plenamente hay que estudiar un doctorado; yo, por fortuna, obtuve un contrato FPI en un destacado grupo de investigación que me brindó una valiosa experiencia, sabiduría y sustento económico, lo que me facilitó enormemente el camino para llevar a cabo mi tesis doctoral. Fue una etapa maravillosa, llena de viajes, hallazgos matemáticos y vivencias que me ayudaron a desarrollar habilidades como la paciencia y la gestión de la incertidumbre, y gracias a la cual descubrí mi otra vocación: la investigación. La docencia e investigación universitaria no es un camino fácil: la inestabilidad en los inicios y la presión por acumular méritos forman parte del recorrido. Sin embargo, es un trabajo apasionante que te mantiene en continuo aprendizaje y crecimiento personal.
Una de mis líneas de investigación consiste en explorar e implementar nuevas técnicas para la representación de curvas y superficies en diseño geométrico asistido por ordenador (CAGD, por sus siglas en inglés). Esta disciplina es esencial en el diseño industrial y tiene aplicaciones que van desde la industria automovilística y la aeronáutica hasta campos como la robótica, la medicina, la arquitectura e incluso los dibujos animados, como los de Pixar. Otra parte de mi trabajo se centra en desarrollar algoritmos eficientes y precisos para resolver los principales problemas del álgebra lineal que surgen en la vida real y que implican matrices con estructuras especiales, como las matrices totalmente positivas.
Posibles dificultades: mujer/carrera investigadora
Por fortuna, no creo que, en el desarrollo de mi carrera profesional como docente e investigadora, haya tenido más obstáculos por ser mujer—tengo que agradecer que las científicas anteriores allanasen el camino para mi generación y también el apoyo incondicional de mi pareja—. Sin embargo, creo que es necesaria la implementación de medidas, destinadas tanto a hombres como a mujeres, que promuevan la conciliación de nuestra vida personal con nuestras carreras científicas, con el fin de que podamos desarrollar ambas plenamente.